viernes, 12 de noviembre de 2010

También Herman Melville se bloqueaba


Nunca es fácil empezar a escribir. Llamadme Bill. No. Llamadme Al. No. Llamadme Larry. No. Llamadme Roger. No. Llamadme Warren. No. ¿Cómo diablos se llamaría el tipo? Y lo que es más importante: ¿Por qué rábanos tiene que venir a contarme no sé qué mandanga de una ballena blanca?

Ese es el fallo de muchas obras literarias. ¿Qué objeto tienen? ¿Sirven para algo o solo para que su escritor haga un poco de purga de sus interioridades?

Empezar no es sencillo; también le pasaba a Cervantes. En un lugar de la Alcarria... No. En un lugar de Galicia... no. En un lugar de Navarra... No.

Afortunadamente, luego se le pasó el bloqueo y le salió todo de un tirón.

(La viñeta es del gran Gary Larson, "The far side gallery 2")