Nunca es fácil empezar a escribir. Llamadme Bill. No. Llamadme Al. No. Llamadme Larry. No. Llamadme Roger. No. Llamadme Warren. No. ¿Cómo diablos se llamaría el tipo? Y lo que es más importante: ¿Por qué rábanos tiene que venir a contarme no sé qué mandanga de una ballena blanca?
Ese es el fallo de muchas obras literarias. ¿Qué objeto tienen? ¿Sirven para algo o solo para que su escritor haga un poco de purga de sus interioridades?
Empezar no es sencillo; también le pasaba a Cervantes. En un lugar de la Alcarria... No. En un lugar de Galicia... no. En un lugar de Navarra... No.
Afortunadamente, luego se le pasó el bloqueo y le salió todo de un tirón.
(La viñeta es del gran Gary Larson, "The far side gallery 2")
1 comentario:
Y lo mismo Ismael era su perro recién fallecido...
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