martes, 2 de febrero de 2010

Diez recetas para acabar de una vez por todas con los decálogos.


Un entrañable amigo y compañero publica hoy en su blog unas reflexiones sobre literatura, provocadas por un texto que firmó hace dos años ya en EL PAIS Vicente Verdú. El eminente escritor publicó un decálogo de normas que tuvo a bien titular Reglas para la supervivencia de la novela.

¿Decálogo? ¿Reglas? ¿Supervivencia? ¿Novela?

Como dicen mis héroes Quevedo y Alatriste: No queda sino batirnos. Cuando tuve conocimiento de tal texto (en mayo de 2009) compuse rápidamente una réplica que, gracias a los desvelos de mi amigo, ondea libremente por el ciberespacio.

Lo había olvidado ya, pero al releerlo me ha parecido un elogio sincero de la libre creación literaria. Aquí está el enlace para quien quiera leerlo.

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