sábado, 5 de septiembre de 2020

Despedida del curso 2019-2020

 

Alcalá de Henares, 26 de junio de 2020

 

 

 

Estimadas familias, queridos alumnos, apreciados padawan:

 

Finalmente hemos alcanzado el final de este curso 2019-2020, con las dificultades que todos conocéis y donde hemos puesto nuestros mejores esfuerzos para afrontarlas.  No ha sido sencillo para nadie, ni para los profesores, ni para las madres y padres, ni mucho menos para los estudiantes.

 

Me hubiera gustado dirigirme a vosotros en persona como suelo hacer al final de todos los cursos, pero este año, ya lo sabéis, no ha sido posible. No por eso voy a renunciar a despedir el curso con vosotros y vuestras familias aunque sea por escrito. Por lo menos, la carta escrita permanecerá durante algo más de tiempo que los discursos orales que solemos improvisar en las aulas.

 


Quiero agradeceros a todos vuestra dedicación, empezando por las madres y los padres, ya que habéis demostrado una gran confianza en los profesores cuando hemos propuesto tareas a través de Internet, y habéis animado a vuestros hijos e hijas a realizarlas, aportando los medios físicos e incluso compartiendo generosamente las horas de uso de los ordenadores cuando posiblemente también los necesitabais para vuestros propios trabajos y actividades.

 

Y también a vosotros, los estudiantes, cuando habéis mostrado estar dispuestos a seguir aprendiendo y habéis mostrado ser responsables en vuestro trabajo diario, sabiendo vencer a la pereza y a las dificultades de todo tipo.

 

El final de curso ha sido muy distinto de lo que nos imaginábamos allá por septiembre pasado. Quizás no ha sido el mejor de nuestros años de instituto, pero al menos esta experiencia nos permite valorar mejor el privilegio de poder asistir cada día en persona al aula, aunque parezca rutinario y aburrido, y valorar lo mucho que aprendemos y experimentamos cuando estamos allí.

 

Así, espero que este curso hayáis también aprendido mucho de mi asignatura, en las clases presenciales y en las no presenciales. Para mí, siempre suelo decirlo, lo más bonito y lo mejor que aprendemos es la lectura de las obras literarias. Recuerdo los días que estuvimos leyendo en el aula los mitos griegos o recitando poesías y lo mucho que nos divertimos leyendo y comentando en clase las aventuras de Don Juan Tenorio.  Ese es uno de mis mejores recuerdos de este curso. El otro, que os agradezco profundamente, es el cariño y el respeto que me mostrasteis con ocasión del fallecimiento de mi padre, Jaime González Forrellach, a quien intento imitar en todos los buenos ejemplos que me dio.

 

Además hemos aprendido a resistir con paciencia las adversidades y las privaciones. Si estos tres meses de encierro se os han hecho muy largos, considerad la paciencia que tuvo que desarrollar Miguel de Cervantes encerrado cinco años en Argel. Y así supo superar todo aquello y empezar a escribir el Quijote, y terminarlo.

 

También este desastre que estamos viviendo acabará por pasar y olvidarse, como nos habíamos olvidado de la pandemia de gripe que en 1918 provocó 300.000 muertos solo en España. El mundo seguirá marchando, y vosotros tendréis que afrontar vuestro futuro, empezando por vuestro aprendizaje. No podréis poner excusas ni enseñar un dibujo de un arco iris esperando que todo salga bien. Cada generación afronta sus propias dificultades, y la vuestra tendrá que superar las que os han tocado. Ni el mundo ni la naturaleza se complacen en poner las cosas fáciles. A todo esto yo solo puedo aportar mi humilde labor como docente, y expresaros mis deseos de ánimo y superación, enviaros un abrazo virtual que os envuelva y un aplauso silencioso que os reconforte.

 

Los próximos meses, el próximo curso, también van a tener sus propias dificultades. Mientras esperamos que la pandemia se extinga finalmente, llegará el mes de septiembre y volverá a empezar el curso. Disfrutad ahora estos dos meses de merecidas vacaciones, tomad mucho ánimo, aplicaos a leer libros — cuantos más mejor — y recordad que la lectura es a la vez descanso, diversión y aprendizaje. 

 

 Cuando empiece el próximo curso en el Doctor Marañón, volveréis a encontrarme allí. Si tenemos suerte, en persona y si no la tenemos, a través del Internet. Me alegraré mucho de volver a saludaros, y sabed que siempre podéis recurrir a mí si alguna vez consideráis que os puedo ayudar en algo. 

 

 Es pronto todavía para saber cómo será el próximo curso. Todos tendremos que poner todos de nuevo muchos esfuerzos. Así es la vida de las personas sobre la tierra, decían los clásicos, una lucha constante. Ante todo, no desesperéis. No cedáis nunca a la pereza ni al desánimo, y recordad la frase mágica para los días difíciles (y para los días felices): “También esto pasará.” 

 

Os felicito por cómo habéis afrontado las dificultades y adversidades de estos días. Muchas gracias por vuestro esfuerzo, ayuda y colaboración. Y disculpadme en todo aquello que presencialmente o a distancia, yo no haya sabido hacer mejor. 

 

Un fuerte abrazo y recordad que siempre sigo a vuestro servicio y al de la Escuela Pública de tod@s para tod@s.

 

 

Jaime González Galilea

Profesor del IES Doctor Marañón.