
Todos hemos pasado alguna vez por esta experiencia. Después de escuchar cierta canción no podemos sacárnosla de la cabeza. Es como si un reproductor instalado en el cerebro tocase una y otra vez la dichosa canción, independientemente de su calidad musical buena, mala o excelsa. Ya se trate de Mozart, The Beatles, Georgie Dann u Otis Redding, no podemos dejar de tararearla. Eso que en español todavía no tiene un nombre exacto (canción del verano, canción pegadiza, música chicle... son meras aproximaciones) es lo que en alemán se llama un Ohrwurm.
Ohrwurm: Formado por los lexemas Ohr (oído u oreja) y Wurm (gusano) inmediatamente evoca la idea metafórica de un bichito que habita en los oídos de la gente. La canción, como un gusanito, entró por el oído y allí se quedó. No hay manera de sacarlo, así que paciencia y a ver quién se aburre antes.Lo que la ingeniosa palabra esconde es que también existe un bichito real que responde al nombre alemán de Ohrwurm: Forficula Auricularia.


Yo sí puedo decir que una vez se me metió un bichito en el oído y pasé un mal rato hasta que conseguí sacarlo hecho pedacitos. Con certeza os digo que no era una tijereta; aunque tal vez fuese un Ohrwurm.
¿Qué canción es el mayor Ohrwurm que has conocido? ¿Cómo podría traducirse este término? ¿Conoces algún otro nombre o leyenda relativa a Forficula Auricularia? ¡Deja tu comentario a continuación! Mientras, os pongo alguna canción pegadiza que os motive... que tenga mucho de Ohrwurm
No hay comentarios:
Publicar un comentario