A Esperanza y Lucía, in memóriam
DESENGAÑO DE Los recortes
Pobre es
el profe que de Aguirre fía,
y pobre
el que sus pautas obedece;
pobre es
el estipendio que se ofrece
en pago
de su pobre tutoría.
Pobre es
el gusto, y pobre la alegría
que la
orden de recortes desvanece;
y yo diré
que es pobre a quien parece
que no
miente al hablar doña Lucía.
Llamaránme
a mí profe recortado
cuando el
aula sin desdobles se quedare.
Y como
profe moriré quemado
cuando el
alba corrigiendo me llegare.
Pues
lideresas vanas son costosas;
y consejeras viles, afrentosas.
(c) Jaime González
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